Para realizar esta tarea, es fundamental tener en cuenta el tipo de inmueble que se necesita tratar. En este caso, se trata de una vivienda unifamiliar con una superficie de menos de 350 m2. El inmueble cuenta con una sola planta y tiene fácil acceso a la fachada.
No obstante, la fachada del edificio presenta un estado actual de necesidad de reparación. Por lo tanto, se requiere una intervención urgente para restaurar su aspecto original.
En cuanto a las preferencias del cliente, se busca contratar a un profesional flexible para que pueda adaptarse a las necesidades específicas del proyecto. Es importante destacar que se valorará sobre todo el mejor precio posible.
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