Valoración rápida y priorización (triaje) de pacientes según la gravedad de su estado.
Atención inmediata y estabilización del paciente : control de signos vitales, administración de medicamentos y curas.
Asistencia en procedimientos médicos y emergencias , como reanimación, sondajes o canalizaciones.
Seguimiento y vigilancia continua del estado del paciente, registrando toda la información clínica.
Coordinación con el equipo médico y gestión del material sanitario necesario para la atención urgente.